sábado, 24 de noviembre de 2012

aprender a prender

Para lograr aprender a aprender, que nos conduce a la autonomía en el
aprendizaje, es imperativo enseñar a los alumnos a adoptar e incorporar
progresivamente estrategias de aprendizaje, enseñarles a ser más conscientes
sobre la forma cómo aprenden y así puedan enfrentar satisfactoriamente
diversas situaciones de aprendizaje. En la literatura consultada.

 
específicamente las obras de Monereo y de otros destacados investigadores,
nos ofrecen resultados de investigaciones y reflexiones teóricas a la luz de
experiencias prácticas en diversos contextos educativos para la incorporación
de las estrategias de aprendizaje en el diseño curricular de enseñanza básica y
secundaria. Señalan que si se quiere lograr alumnos estratégicos, entiéndase
con alto grado de autonomía, se debe proponer objetivos sobre el aprendizaje
de estrategias en el diseño curricular y se debe preparar a los docentes para
que desarrollen una enseñanza estratégica.



Desarrollo de estrategias afectivo-motivacionales: Estas estrategias se
orientan a que el estudiante sea consciente de su capacidad y estilos de
aprender, desarrolle auto confianza en sus capacidades y habilidades, logre
una motivación intrínseca hacia la tarea o actividad de aprendizaje que
debe realizar y sepa superar dificultades. Estas estrategias fortalecen en el
estudiante su voluntad, el “querer aprender” (Alonso y López; 1999), y le
ayudan a consolidar un modelo mental (ideas, creencias, convicciones)
positivo sobre si mismo y su capacidad para aprender (Ontoria, A et.al;
2000). En la educación a distancia, si el alumno no está familiarizado con
esta nueva forma de enseñanza y aprendizaje, estas estrategias son
fundamentales para fortalecer la actitud hacia el aprendizaje autónomo.





Para el logro de autonomía creciente en el proceso de aprendizaje cabe tomar
en cuenta dimensiones. Cada una de ellas deben ir regulándose desde el
diseño curricular y luego concretarse en la estructura del ambiente o entorno de
aprendizaje (si es virtual), en el diseño de los materiales educativos, en la
actuación del mediador o tutor y en el proceso mismo de aprendizaje. Veamos
cuáles son esas dimensiones.




De un dominio técnico a un uso estratégico de los procedimientos de
aprendizaje.
Es necesario que el estudiante se ejercite en los procedimientos
necesarios para aprender en las condiciones específicas de la
educación a distancia, dominando las técnicas referidas a la
comprensión lectora, redacción, uso de medios tecnológicos e
informáticos, entre otros para progresivamente lograr un uso estratégico
de los mismos en el que sea capaz de seleccionar las estrategias más
adecuadas para lograr sus metas de aprendizaje de modo consciente e
intencional.





 el aprendizaje autónomo:El aprendizaje autónomo se refiere al grado de intervención del estudiante en el establecimiento de sus objetivos, procedimientos,recursos, evaluación y momentos de aprendizaje, desde el rol activo que deben tener frente a las necesidades actuales de
formación, en la cual el estudiante puede y debe aportar sus
conocimientos y experiencias previas, a partir de los cuales se
pretende revitalizar el aprendizaje y darle significancia.



 No sobra expresar que en el aprendizaje autónomo es
indispensable el respeto, la auto disciplina, la responsabilidad y el
compromiso con sigo mismo, con los demás, con la institución a la
que se pertenece y con la sociedad, que en últimas, es la que
apreciará de forma tangible, el desarrollo crítico y fundamentado
en aprendizajes como el autónomo y el permanente.
La historia del mundo occidental, recuerda que las





 En esta nueva concepción el aprendizaje deja de ser una
conducta observable para resignificarse como un proceso que
provoca la modificación y transformación de las estructuras
mentales en unas mucho más ricas y complejas, según Piaget,
producto del intercambio con el medio en el cual operan dos
movimientos intelectuales: La asimilación o integración de
conocimientos y la acomodación o reformulación de las estructuras
mentales preexistentes, consecuencia de la incorporación que le
precede. En este sentido el aprendizaje requiere de la organización
e integración particular de la información para ir más allá de los
simples datos, hacia la construcción de nuevos significados; pero
el aprendizaje también es producto, de esta manera se genera el
conocimiento que perdura y que se manifiesta mediante
actuaciones observables, precisas, concretas y contextualizadas.






 Desde esta concepción, el aprendizaje autónomo es el proceso
intelectual, mediante el cual el sujeto pone en ejecución
estrategias cognitivas y metacognitivas, secuenciales, objetivas,
procedimentales y formalizadas para obtener conocimientos
estratégicos. Este proceso esta regido por principios de acción
como: un interés manifiesto en razones que motiven la actuación
deliberada; el reconocimiento de experiencias de aprendizaje
previas; el establecimiento de nuevas relaciones entre aprendizaje


– trabajo – vida cotidiana, así como entre teoría y práctica; la identificación de la motivación intrínseca y el desarrollo del potencial personal de la autorregulación.





Los sujetos de conocimiento (el que aprende, el que enseña a
aprender y el grupo de referencia), pueden emplear diferentes
estrategias didácticas para lograr el saber; las hay con intención
de fomentar el aprendizaje memorístico, las hay para adquirir el
aprendizaje significativo y las hay para conseguir el aprendizaje
autónomo, este último, elemento fundamental de la educación a
distancia.



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